Gonzalo Ruiz Diaz, economista asociado de Macroconsult
Según ERESTEL (2021), la proporción de hogares que utiliza TV de paga se ha venido reduciendo consistentemente, pasando de 48.0% en 2016 a 34.7% en 2021. Esta tendencia declinante se aprecia tanto a nivel urbano (en Lima, paso de 68.1% a 50.4%, en el mismo período) como rural (23.1% a 14%). En el mismo período, los hogares con internet que declaran haber accedido a contenidos vía streaming crecieron de manera significativa, pasando de 4.2% a 22.8%. Frente a este fenómeno, una hipótesis razonable es que la TV de paga está siendo sustituida gradualmente por el servicio de streaming. De hecho, frente a la pregunta sobre el motivo por el cual se habría decidido contratar el servicio de streaming, el 42.5% de estos hogares respondió que la razón de ello, es que éste ofrece un mejor contenido que la TV de paga. El 57.5% restante mencionó que dicha decisión obedece a las facilidades de acceso y uso de contenidos. Sin embargo, cabe la pregunta, sobre si esta tendencia continuará indefinidamente o tiene un límite. En otras palabras: ¿es el fin la TV de paga?
Para responder esa pregunta, es importante tener en cuenta las características de los contenidos que se transmiten a través de una u otra tecnología en el Perú. Si bien existen contenidos transmitidos por streaming y TV de paga que “compiten” entre sí, como las películas, las series o documentales; existen otros de carácter local, noticioso, deportivo o de entretenimiento, que al menos hasta hoy se vienen emitiendo principalmente a través del TV de paga o de señal abierta. El acceso a este último tipo de contenidos es altamente demandado y difícil de sustituir. La ERESTEL muestra que los contenidos más valorados por los hogares son las películas o series, seguidos por noticieros y programas deportivos.
Acceso a Streaming versus TV de Paga
Fuente: ERESTEL (2021)
Empresas creadoras de contenido (como HBO) o incluso empresas que ofrecen el servicio de TV de paga, conscientes de que, al menos por ahora, ambas tecnologías guardan cierta complementariedad, han venido incursionando en el mundo del streaming. Detrás de ello existiría una estrategia de “segmentación” que buscaría no replicar los mismos contenidos en las diversas plataformas, sino diferenciarlos. No es casual que ERESTEL (2021) muestre que el porcentaje de hogares con acceso a ambos servicios pasó de 3.4% en 2016 a 13.9% en 2021.
Por otro lado, en el caso de las empresas proveedoras de servicios de internet, la aparición del streaming ha ofrecido una oportunidad única de agregar valor a su oferta comercial como producto individual o de manera empaquetada (con servicios móviles, telefonía o TV de paga). Si bien el crecimiento del internet de banda ancha es aún lento y persisten brechas importantes a nivel residencial, sobre todo en zonas rurales, también es cierto que una fuente importante de este crecimiento viene dado por las propias empresas de cable regionales. Esto sumado a la penetración cada vez mayor de smart TV en los hogares, hace que los costos de cambio desde una plataforma de servicios a otra, se esté reduciendo de manera significativa.
En síntesis, si bien es probable que la tendencia decreciente de la TV de paga y crecimiento del streaming continue, en el largo plazo, el futuro (o supervivencia) de estas industrias dependerá en definitiva del carácter “único” del contenido, que éstas estén en capacidad de ofrecer a su público.