Gonzalo Ruiz Diaz, economista asociado de Macroconsult
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030, fueron adoptados por las Naciones Unidas (UN) en 2015, en un esfuerzo por promover la visión de un mundo sin pobreza, socio-ambientalmente sostenible, con paz y prosperidad. Para ello, se definieron 17 de objetivos entre los que destacan la erradicación de la pobreza, hambre cero, igualdad de género, energía asequible y no contaminante, reducción de las desigualdades y acción ante el cambio climático. Si bien las metas expresan objetivos generales a nivel mundial, cada gobierno determina sus propias estrategias nacionales, considerando la visión general de los ODS pero tomando en cuenta las circunstancias específicas del país.
A pesar que los efectos negativos causados por la pandemia en el 2020 han significado un retroceso en el cumplimiento de varios de los ODS para el Perú, según el último reporte del Indice ODS del año 2022, nuestro país ocupa el lugar 65 del ranking (sobre un total de 166 países) por debajo de Chile (puesto 30), pero por encima de dos de sus socios de la Alianza del Pacífico: Colombia (76) y México (80). La evolución de este índice, que ha sido construido por NU desde 2000 (ver Gráfico), muestra un crecimiento ligeramente mayor del Perú que sus pares de la AP en los últimos 20 años.
Score de Países de la Alianza del Pacífico en Indice OSD (0-100)
(porcentajes)
Elaboración: Macroconsult.
Son tres las áreas en las que Perú enfrenta un menor avance relativo: reducción de desigualdades; industria, innovación e infraestructura, y; paz, justicia e instituciones fuertes. En el primer caso, el informe de NU, reporta que a pesar de que los niveles de desigualdad en el Perú se han venido reduciendo en los últimos años, éstos continúan siendo elevados en términos comparativos. En lo que respecta a las metas relacionadas con innovación, Perú muestra uno de los niveles de gasto en investigación y desarrollo más bajos del universo analizado, con apenas 0.2% del PBI. En infraestructura, los resultados muestran que en nuestro país, la proporción de la población que vive a más de 2 kilómetros de una carretera, continua siendo elevada en comparación con el resto países. Mención aparte merecen los indicadores relacionados con seguridad ciudadana y justicia incluidos en la meta 16, en donde se evidencia que la percepción de inseguridad ciudadana y de corrupción en el Perú resulta excesivamente elevada y con una tendencia creciente. Asimismo, indicadores de acceso a la justicia, muestran menores niveles de avance que el resto de países.
Estos resultados, no son en absoluto una sorpresa y reflejan conocidas debilidades de carácter institucional y de competitividad que arrastra nuestra economía así como las carencias que enfrentamos en materia de desarrollo humano. En esta línea, los indicadores de cumplimiento de los ODS no sólo sirven para medir los avances del país en diversas áreas relacionadas a su desarrollo sino nos muestran que para lograr avances sustantivos, es necesario emprender reformas institucionales, económicas y políticas que permitan dar saltos cualitativos en el logro de dichos objetivos.